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martes, 8 de marzo de 2011

"Una de políticos y estudiantes"

El Presidente de la Junta de Extremadura, en el último artículo de su blog , enumera una serie de cuestiones de las que me gustaría subrayar dos:
Dice, el presidente que “No es bueno que haya políticos que sólo hayan ejercido como tal a lo largo de su vida. No es bueno que se esté en el mismo sitio demasiado tiempo. Eso estaba justificado al inicio de la democracia cuando todo estaba por hacer, pero no ahora”.
Yo siempre he pensado que, en política, se debería estar para realizar un servicio público pero nunca para realizar lo que se llama una “carrera política”. El ciudadano debería “entrar y salir” de la vida pública sin, en ningún caso, hacer de ésta su “modus vivendi”. El convertirse en “profesional” de la política, a mi modesto entender, encorseta y asfixia las ideas y acciones del que la practica. Le hace convertirse en un “funcionario”, en el peor sentido de la acepción, mermando su frescura, arrojo y audacia para convertirlo en un “superviviente” a cualquier precio. Bien es verdad que hemos tenidos grandes políticos, a lo largo de estos años de democracia, pero también es cierto que muchos de ellos se han ido “acomodando” a la profesión y han ido perdiendo la fuerza e ideas de sus tiempos “mozos”.

El segundo tema que me gustaría comentar es la situación actual de nuestro sistema educativo y, mas concretamente, del llamado “plan Bolonia”. El presidente vuelve a insistir en que “la reforma de las políticas activas de empleo deben de tener como base lo que la empresa necesita”. Yo, sin querer ser tan categórico en esta afirmación, estoy totalmente de acuerdo en que, la Universidad de Extremadura, debe dar respuesta a la demanda que la empresa extremeña en particular y la sociedad en general, está demandando desde hace años. Es verdad que resulta difícil hacer cambios en un engranaje “funcionarial”, tanto de profesorado como de departamentos, muchas veces reacios a los “movimientos” y vaivenes del cambiante mercado pero, a todas luces, es un reto que hay qua ir asumiendo si queremos ser competitivos.

Para terminar no quisiera cerrar estas palabras sin asumir plenamente, en este 8 de marzo, la defensa de la igualdad del hombre y mujer. Igualdad en los derechos y deberes del ser humano, sin distinción de sexo.