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domingo, 12 de septiembre de 2010

Maldita carretera.

Mi mas sentido pésame a los familiares y amigos de las víctimas de tan brutal accidente.
Pero ahora es el día después. Es el momento de intentar descifrar las claves que han podido llevar a tan fatal desenlace. También comienza el tiempo de encontrar posibles soluciones, si es que las hay.
Es el momento de preguntarnos, autoridades, ciudadanos, padres y madres, que está en nuestras manos para evitar casos como estos que, desgraciadamente, se producen un día si y otro también.
¿Están nuestras carreteras secundarias en buen estado? ¿El firme y la señalización es el adecuado? ¿Se puede hacer mas por mejorarlas? ¿Existen suficientes medios humanos disuasorios para que se cumplan las leyes? ¿Se persigue con firmeza a los infractores, sobre todo a aquellos que ponen la vida de los demás en juego? .Estas son, entre otras, las preguntas que deberíamos hacer a los responsables políticos locales, regionales y nacionales.
¿Somos los ciudadanos-conductores lo suficientemente conscientes de la gran responsabilidad que conlleva el conducir un vehículo? ¿Actuamos alertando a las autoridades cuando conocemos de la existencia de conductores que conducen habitualmente con niveles de alcohol por encima de lo permitido? ¿Permitimos que nuestro “amigo/a” conduzca si ha bebido?. Estas son, entre otras las interrogantes que planteamos al hombre de la calle, al conocido, al amigo.
¿Somos los padres y madres conscientes de la responsabilidad que tenemos con la “ignorancia” de las actuaciones de nuestros hijos/as los fines de semana?. ¿Hacemos algo para impedir que nuestros hijos/as, esposos/as conduzcan, si somos conscientes de que han bebido de mas? ¿Es necesario que nuestros jóvenes, en muchos casos, centren todo su tiempo de ocio en el “botellón” y el alcohol?
Ya sabemos que, en los accidentes, intervienen numerosas causas no predecibles, que el azar y “la suerte” juegan un papel importante pero, ese otro tanto por ciento que puede estar en nuestras manos, debe convertirse en un porcentaje mínimo de esta lotería que es la carretera.