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viernes, 19 de junio de 2009

VICENTE FERRER HA MUERTO



VICENTE FERRER HA MUERTO.
¡NO LE LLORES¡

MEJOR APADRINA UN NIÑO.

http://www.fundacionvicenteferrer.org/vicente_ferrer/

miércoles, 17 de junio de 2009

200 muertos, 500 desaparecidos



Cerca de 200 muertos y mas de 500 desaparecidos

Esta mañana, al despertarme, noté que algo no iba bien, un silencio inusitado a esas horas, entraba por mi ventana. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo. No se escuchaba hoy, el matutino canto de las alondras que, a esas horas, ya rebuscaban su ración de insectos entre las hierbas del patio. Tampoco me había despertado el “zumbido” monótono y aburrido, de dos colleras de tórtolas que crían desde hace unos años, en lo alto del olmo mas viejo del lugar. En verdad echaba de menos también, el piar de las docenas de gorriones, jilgueros , cogutas etc., que habían criado esta primavera en los pinos, higueras, y demás árboles, plantados amorosamente por el tío Juan y otro jubilado, al amparo de la asociación de vecinos de nuestra barriada. Asociación “Guadiana” que había empleado tiempo, dinero y , sobre todo, mucha ilusión y dedicación altruista, para convertir los espacios “libres” de edificaciones, en unos verdaderos vergeles, donde las personas alegraban su alma, los pájaros tenían un hábitat ideal para hacer sus nidos y criar, y los árboles un espacio cuidado y respetado donde crecer y embellecer el paisaje urbano.

De pronto, desde una zona no muy bien definida de la calle, comenzó a escucharse un zumbido ronco, metálico, como el que producían las cadenas de los blindados cuando íbamos de maniobras en la “mili”. Un crujido seco me hizo saltar de la cama.


En un abrir y cerrar de ojos, todo desapareció. En menos de una hora, el trabajo de más de veinte años, quedaba dramáticamente arruinado. Todo fue desolación y caos.
Cerca de 200 árboles fueron despiadadamente arrancados, muertos, aniquilados por la pala de unos buldócer ,en mor del nuevo dios de nuestro siglo: “el deporte”..
Más de quinientas avecillas han desaparecido del entorno; lo han perdido todo, crías, techo y descanso. Ahora deben deambular por cualquier rincón de Badajoz, buscando un mal árbol que “llevarse a la boca”, perdido entre el asfalto el tráfico.
¿Tan difícil hubiera sido adecuar las nuevas instalaciones deportivas al entorno ya creado en la zona?. ¿No se personó in situ, el Sr. Arquitecto municipal o quien correspondiera, en la zona donde se iba a levantar las pistas y campos de deportes?
Seguro que, con un poco de buena voluntad y amor a la Naturaleza, en lugar de levantar unas filas interminables de aparcamientos en cementados, habrían podido “englobar” este espacio verde y lleno de vida, en el conjunto del proyecto.
Solo pediría, porque aun hay tiempo ,que por cada árbol muerto se comprometieran a plantar cinco.

sábado, 13 de junio de 2009

Nuevos tiempos



Los que venimos de “pueblo”, bien por haber nacido y vivido en el, bien por ser hijos de “pueblerinos”, siempre hemos tenido predilección por ese tipo de vida tan cercano y entrañable.
Luego con el devenir de los años, casado cada uno con una “hija/o de su padre y de su madre”, hemo tenido que irnos adaptando a la “nueva situación”.
Tras distintas peripecias vivenciales por Sevilla, Barcelona, Francia y demás, terminamos en un “chalet adosado” en una de las primeras urbanizaciónes de Badajoz. Aquello, durante los primeros años, fue todo un lujo: se vivía en “el campo”, nada de coches y ruidos nocturnos, los niños jugaban “en la calle” como hizo yo de toda la vida, etc.
Esos primeros años, con treinta o cuarenta familias viviendo “al otro lado del rio”, fueron para enmarcarlos entre los recuerdos de una vida. Todos nos conocíamos, nos llamábamos por nuestro nombre, nos juntábamos en la calle para “tomar el fresco” y charlar de lo divino y lo humano. Tuvimos hasta nuestras “fiestas de barrio”, con caseta, deportes para los pequeños, baile para todos…
Todo aquello duró lo que tardaron en construirse y habitarse las demás fases de la “urba”.
Ayer, mientras miraba las obras de “acoso y derribo” del antiguo campo del Vivero, me fui deteniendo con varios vecinos de mi calle. Todos ellos estaban escandalizados por la manera con que, el Ayuntamiento de Badajoz, había procedido a derribar todo el estadio. Sobre todo estaban indignados por que, en el proyecto, iba la ELIMINACION de mas de 60 árboles, muchos de ellos con tantos años como los que vivimos nosotros aquí, plantados y mantenidos todos ellos por nuestra asociación de vecinos.
Pero lo mas curioso del caso, y esto me vino a reafirmar en mi pensamiento de que ya vivo en una “urba”, es el hecho de que , nadie de los presentes, habían movido un dedo, en su momento, para protestar por tal atropello.

lunes, 8 de junio de 2009

Tus manos hablan



Tus manos hablan.

Hoy, al abrir el blog de Guillermo, he vuelto a encontrarme con “las manos”. Lo que al principio me resultó una imagen como otra cualquiera, con la que acompañar un texto, poco a poco, como sin una idea premeditada, ha ido llenando de contenido lo escrito con palabras.

He visto manos abiertas al aire, ofreciéndose y mendigando, sugiriendo un sinfín de proyectos, demandando un sinfín de oportunidades.
Manos entrelazadas de amantes, trasmitiendo complicidades y recuerdos mutuos, lugar común donde reposar la pareja, apoyo liviano donde enjugar los reproches.
También he visto manos unidas, trabajando al unísono en proyecto común. El todos a una, tan fructífero y necesario siempre.

Manos encadenadas, sujetas una a la otra, entrelazando sus dedos en delirante frenesí. Talvez ejemplo de tiempos pasados, talvez ejemplo de lo por venir. Ambas unidas y ambas enfrentadas.

Me sorprendieron gratamente esas manos enjutas, por el pasar de los años, curtidas por la vida y el sol. Manos repletas de recuerdos infantiles, aliviadoras de los miedos de antaño.

No han faltado las manos lánguidas, caídas, soñadoras. Manos que han querido dejar todo su protagonismo al “sueño de una noche de verano”. Manos, en una palabra, pensadoras.

Y Para terminar he dejado esas manos que todos ansiamos volver a tocar, esas manos protectoras, dueñas de la última caricia de la noche y de la primera de la mañana. Manos en las que confiar eternamente. Manos de madre.