EL RETRATO.

EL RETRATO. Hace unos días leía en un artículo de opinión que, para conocer a una persona, no bastaba con leer cuatro de sus escritos, conocer el periódico que hojeaba, o la tele que veía, para sacar estereotipos manidos con los que “etiquetar” a las personas y pueblos. Ayer, una amiga de facebook, me comentaba que “fulanita de tal” le había estado preguntando sobre “quién era yo” y “de qué iba”. Basamos, muchas veces, nuestras opiniones personales, en pequeños retazos de la vida de los demás, sin profundizar en sus anhelos, inquietudes, pensamientos, deseos, etc. Conformándonos con nimiedades y opiniones subjetivas, que dicen muy poco del otro. No obstante solemos elevarlas a la máxima potencia y, hacemos de ellas, el retrato completo de ese individuo. Lo mismo viene ocurriendo con las etiquetas que endosamos a los nacidos en tal pueblo, a los oriundos de tal comunidad o país. Es tan fácil y útil “definir” con un par de adjetivos o epítetos, que resulta desalentador ver cómo, personas a las que consideramos inteligentes, acuden a estos lugares comunes para encorchetar a conocidos y desconocidos, a pueblos enteros, con una seguridad en sus calificativos fuera de toda duda razonable.

A VUELTAS CON LA MALETA DIGITAL.

Seguramente esta reflexión que aquí hago no la leerán ni cuatro "gatos" pero, en lo más profundo de mi corazón, quiero dejar constancia de algo que me martillea desde hace muchos años. ¿Podrán un día los políticos de turno actuar, exclusivamente, por el bien común y no por intereses partidistas? Resulta duro de decir y, seguramente, más duro de escuchar. Todo esto viene a cuento de las últimas noticias sobre el futuro curso escolar que se nos avecina. Los políticos de turno, PP por más señas, en materia de Educación han salido a "bombo y platillo" anunciando lo de colocar una "pizarra digital" en cada una de las clases de los centros educativos extremeños (entre los 10 y 16 años). Bendita decisión con la que, según ellos, nos colocamos a la cabeza de todo el sistema educativo de España. Esto me recuerda lo de dotar de ordenadores a todos los alumnos de Secundaria y de aulas de informática a todos los de Primaria. El mero hecho de dotar con materiales de última generación no proporciona, en muchas ocasiones, la posibilidad real de su utilización por parte del profesorado. Unas veces por la "escasa formación" de los mismos, dado que se han impuesto sin los suficientes cursos y horas de aprendizaje, y otras por no dotarse a los centros del personal cualificado y suficiente para su mantenimiento diario. Amén de la falta de "paquetes didácticos" apropiados al normal desarrollo curricular de cada nivel educativo. Si a todo ello sumamos los "recortes" de más de un 30% en "gastos de funcionamiento" de los centros educativos de Extremadura, para el presente curso escolar, nos preguntamos hacia dónde está yendo nuestro cacareado "somos punteros en Educación en España".