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jueves, 30 de julio de 2009

¡ STOP a la barbarie ¡


La barbarie y los asesinatos solo conducen a mas barbarie y mas asesinatos.
¡STOP a la sinrazón y los nacionalismos trasnochados¡
Estamos con las victimas y sus familias.

viernes, 24 de julio de 2009

Muerte de un trabajador



Cada muerte de un trabajador,y mas si es en acto de servicio, es una mancha en el sistema de seguridad e higiene en el trabajo de toda empresa pública o privada. Ya sabemos que tienen que existir los accidentes, que tienen posibilidad de perecer los trabajadores cuando están realizando trabajos de "alto riesgo", pero eso no impide que se analice con frialdad todas las circunstancia que rodean esas muertes, para que sirva de acicate a quienes tienen que velar por la salud y la vida de "sus trabajadores". No estamos hablando de revanchismo o de medidas apresuradas, movidas mas por la llamada "alarma social" que se produce cuando los medios de comunicación utilizan las desgracias para ganar audiencia, que por un deseo verdadero de mejorar hasta lo imposible las medidas de auto protección de todos y cada uno de los trabajadores.
Cada muerte de un trabajador debe conllevar una respuesta clara y terminante de la sociedad y unas medidas concretas de mejora. La formación del los trabajadores debe de ser, por otra parte, pieza clave en ese proceso de seguridad y auto protección. Las empresas no deben escatimar medios y esfuerzos en este mismo sentido. Las distintas administraciones, bajo cuya responsabilidad queda la inspección y sanción de las medidas propuestas, debe ser pieza clave en esta lucha sin cuartel contra esa terrible lacra social, familiar y humana, que representa cada accidente laboral.

lunes, 6 de julio de 2009

De Badajoz a Stonehenge, pasando por Guildford






Esta mañana he conocido el aeropuerto de Badajoz. Pequeño, coqueto, dominable y acogedor me ha recordado las antiguas estaciones de trenes de mi infancia. Luego el bimotor de hélices, ruidoso, casi “de juguete” pero la mar de seguro, nos ha llevado en volandas hasta la capital del reino: la T4 nos esperaba majestuosa, impresionante en su diseño y dimesiones, todo luz y todo color.
El vuelo hasta Londres pasó sin pena ni gloria. En Heathrow tras sus interminables pasillos llegamos acoger el autobús que nos acercaría a Guildford. En Londres estaban teniendo la mayor ola de calor en los últimos años y, autobuses y trenes, no cuentan con aire acondicionado. Primer choque cultural. El segundo fue comprobar que, el hotel, tampoco.
Tras compartir con nuestro hijo, que estudia un máster en ingeniería aeroespacial en la Universidad de Surrey, mesa y mantel, conocimos la ciudad de Guildford.
Dos días después partimos los tres hacia Bath. Ciudad que tiene muy bien ganado el título de ser “patrimonio de la Humanidad”. A rebosar de turistas, muchos de ellos niños españoles, nos mostró sus ancestros de la antigua Roma, con sus famosas termas. También sus construcciones victorianas, uniformes en altura y materiales, destacaban en la fisonomía urbana de esta impresionante ciudad. La limpieza de sus calles y la proliferación de tiendas y restaurantes eran dignos de mención.
Tres días mas tarde estábamos en Salisbury, ciudad famosa por su abadía y calles medievales.
Desde allí nos perdimos en el túnel del tiempo, para retroceder mas de 4.000 años: Stonehenge.

Sus piedras milenarias, fruto de culturas ya desaparecidas, nos hacen valorar el espíritu de superación humana. Enormes piedras graníticas, traídas desde las montañas de Preseli, a mas de 400 Km de distancias, así nos lo demuestra.
La vuelta a casa, visitando Londres, sirvió para dar el colofón perfecto a unas vacaciones familiares inolvidables.