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sábado, 30 de mayo de 2009

Mirando al interior





Este grupo de cuadros, que he terminado en los últimos meses, vienen a representar una "vuelta a los orígenes". En los mismos, intento reflejar retazos de mi infancia a través de objetos y lugares que me fueron comunes.
Este primer cuadros, titulado "Camino de los espinos", realizado a la salida de Quintana, en una pequeña "suerte" heredada de mi madre, recoge una mañana de primavera representada por unos vetustos almendros, con la "sierra del medio" al fondo.
En el segundo trabajo que presento, utilizo utensilios o paños que adornaron un día la "casa de la abuela Antonia".


En este lienzo quiero dejaros recuerdos de aquellas tardes de verano, cuando el "ir de tórtolas" era todo un placer, recorriendo las interminables dehesas de la Serena.

Para terminar, recordar las tardes de otoño esperando la llegada de mi padre "del puesto" del perdigón.

M

sábado, 23 de mayo de 2009

Europa en el corazón



Europa en el corazón.
Ahora que se “estilan” los nacionalismos mas excluyentes, sean de tipo “provinciano”, nacionalistas o estatales, nadie rompe una lanza por el antiguo sueño de Europa.
Hace pocos años, cuando aún nos encontrábamos en las catacumbas de la dictadura, Europa se nos antojaba como el paradigma de lo inalcanzable, de lo utópico y soñador, Veíamos a los “europeos” que comenzaban a poblar nuestras playas y catedrales, con un punto de admiración y respeto ante lo que se nos antojaba como “a imitar” y “alcanzar”.
Después vino lo de OTAN si, OTAN no, y tras muchas vueltas y revueltas, cargadas de un “ donde digo digo, digo Diego”, empezamos a conocer de primera mano la cara y la cruz de “ser europeo”.
Mas tarde, como sin darnos muy bien cuenta, fuimos aceptados en la mesa de los ricos, la Comunidad Económica Europea. Fue todo un subidón. Los dineros entraban a espuertas en las arcas ministeriales, se empezaron a construir infraestructuras por doquier. Grandes autopistas, sin peaje, puentes, obras faraónicas, etc hicieron de nuestra economía el ser llamada, pomposamente y a semejanza del alemán, “el boom, español”.
Pasaron unos años y vino el EURO y con él el tristemente famoso “redondeo”. Del todo a cien pesetas pasamos, de la noche a la mañana, al “todo a un euro”. Los precios se dispararon y, cuando nos quisimos dar cuenta, la vida se había encarecido un 60%
Pero no los sueldos.
De los acuerdos de Roma pasamos a los de Maastricht, y hace dos años el tratado de Lisboa , pasando por los acuerdos, en materia de educación, de Bolonia, para llegar a la situación actual:
Europa ha dicho NO a la nueva Constitución europea promulgada en Lisboa. En las calles de nuestras ciudades, cientos de estudiantes intentan protestar por “Bolonia”, la mayor parte de las veces sin conocimiento de causa.

Para venir a “arreglarlo todo”, la crisis económica-financiera-social de primer orden, que está asolando la economía europea, entre otras, tampoco está haciendo mucho por avivar el sueño europeo.
Y en este momento, mayo de 2009, se nos pide que participemos en las elecciones al Parlamento europeo. Dicen que la ciudadanía está desmotivada, que la participación de los españoles va a ser muy baja, que para que sirve Europa, y tal y tal.
La verdad es que hay que hacer un gran esfuerzo para volver a “soñar con Europa”, pero el quedarnos en nuestros obsoletos nacionalismos y trasnochados localismos , tampoco aporta soluciones al momento que vivimos.
Yo sigo apostando por el viejo dicho de que “la unión hace la fuerza”. Pues eso.