EL ÚLTIMO
DÍA.
Como decía
el insigne D. Miguel de Cervantes: "puesto el pie en el estribo, Monseñor
esta os escribo", aunque en esta ocasión solo sea para alejarme del ruido
ibérico (espero), que me martillea incesantemente con temas que se me antojan
manipulan la realidad.
El primero,
por ser el más sangrante, es la situación social que vive España. Un paro
galopante, cruel y demoledor que está llevando a nuestros jóvenes (y no tanto)
al exilio o a la falta absoluta de futuro. Mientras, el gobierno de turno,
mueve los hilos del poder mediático, para torticeramente hacer creer al incauto
ciudadano, que "la cosa va bien", que estamos mejorando y que
"al año que viene...".
El segundo
tema que nos trae de cabeza, es la desmembración del estado español. Una situación
que se ha ido enquistando con el paso de los años, sin que nadie estuviera
detectando el cambio de orientación ciudadana y a la que, el gobierno central,
solamente responde con un "no está en la Constitución". Como si la
carta magna fueran las tablas de Moisés escritas en piedra. Y me temo que, en
estos momentos, las tablas se pueden romper por algún sitio, si no se da una
respuesta más coherente con el estado actual de la cuestión.
El tercer
tema, no menos importante que los anteriores, radica en la corrupción generalizada
que nos ahoga como sociedad sana. Un día sí y otro también, los medios de
comunicación nos desvelan una trama tras otra. Todo parece estar contaminado,
desde los poderes políticos a los económico, de los empresarios a los agentes
sociales. El ciudadano de a pie asiste atónico a este descrédito generalizado
de una sociedad "gobernada" por una oligarquía política/financiera/empresarial
que ha hecho del pelotazo y la corrupción su lema de vida.
Y por
último, dentro de los cien que me dejo en el tintero, yo situaría el descrédito
de nuestra Democracia participativa, donde se vota cada cuatro años a unos
señores que ni los conocemos realmente,
ni nos representa, ni miran por nuestros intereses, sino para el voto
ciego y unánime a las consignas de su partido.
El caldo de
cultivo ya está en el puchero, puede haber llegado el momento de que, el
"iluminado de turno", pesque en el rio revuelto de una sociedad sin
valores que los busca desesperadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario