Vistas de página en el último mes

domingo, 1 de marzo de 2009

Sol, viento, agua, vida.


Después de la crisis económica que se nos ha venido encima, muchos opinan que es debido a la ambición de los grandes de la banca mundial, a los crackers de Wall street, otros lo achacan al encarecimiento desproporcionado de los crudos, otros al mal gobierno de los políticos de turno, etc. Yo pienso que entre todos la mataron y ella sola se murió, es decir que ha sido una suma de todos ellos los que han provocado la hecatombe mundial que estamos padeciendo.

De todas formas para mi una de las piezas claves, en este desbarajuste en el que nos hayamos inmersos, radica en el control tan férreo que se produce de las materias primas y, principalmente, del petróleo como fuente principal energética del mundo.

Pienso que, para que la situación mejore en los próximos meses, años, habría que apostar por la diversificación de esas fuentes de energías y, sobre todo, a ir desterrando aquellas que por contaminantes, están provocando para un futuro mas o menos próximo, una situación de alto riesgo ecológico. De ahí que habría que apostar por energías limpias, no contaminantes, de larga duración y baratas para su uso por todos los pueblos

Ciñéndonos a las nuevas fuentes de energía, entre ellas como mas importantes las renovables, yo le veo una difícil generalización en el uso diario en los hogares. No es que esté en desacuerdo con ellas, todo lo contrario, me parecen la panacea para el progreso y desarrollo de todos los pueblos de la tierra. Este tipo de energías no contaminantes, que no se agotan con su uso y disfrute, que estarían al alcance de cualquier país por muy humilde que sea (todos reciben la luz solar, los vientos, las mareas, etc. de una manera “gratis”).

Pero mi preocupación se basaría en las siguientes premisas:

¿Están los estados, caso del español, dispuestos a perder esa fuente de ingresos tan fenomenal, como son los impuestos por combustible de los hidrocarburos?

¿Están dispuesta las grandes potencias del petróleo, las multinacionales que controlan el gas y pozos y refinerías del oro negro, a dejar esa fuente de poder económico-político?

¿Esta dispuesta la sociedad occidental y desarrollada a “apretarse el cinturón, diez o quince años, hasta que las energías alternativas y sus derivados alcancen s generalización e implantación?

¿Están dispuestos las fuerzas sociales, trabajadores, empresarios, agentes sociales, Universidad, gobernantes, a “aguantar el tirón” que supondría de cambio de ofertas de trabajo, formación, manufacturación etc.?

Yo, personalmente, creo que estaría dispuesto a “perder” un poco de aire acondicionado este verano, el viajar una vez al año a la playa o montaña, el utilizar la bici y los transportes públicos mas a menudo, el reciclar de una manera seria todo lo que utilice en casa o el trabajo, el votar a aquellos que me ofrezcan un cambio real y no utópico, el compartir con “el otro” los conocimientos que poseo en este campo…

De todas formas el tiempo se va agotando y, si no se actúa ya, puede que las generaciones que vienen ya no tengan que preocuparse mucho por el medio ambiente, la supervivencia de la especie y el abrir la ventana de tu cuarto y escuchar, como me esta ocurriendo a mi en esta mañana casi primaveral de domingo, el canto de la alondra del jardín de mi vecino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario